Sueños Vs Realidad
Sólo el 3% de la gente hace en su
vida lo que quiere…
…Lo conocí hace más de quince
años, corría el año 2000, empezando el tercer semestre de preparatoria al que
yo había pasado y al que él estaba re cursando. Nuestro tiempo de escuela
juntos fue fugaz, pues al final del semestre mi amigo volvió a fallar en las
clases, perdió un semestre más y por reglas de la preparatoria, fue dado de
baja, mientras yo hice el esfuerzo mínimo para salvar el semestre y continuar
mis estudios, traté de ayudarlo, pero su mente y sus sueños estaban claros para
él, no del todo para mí, yo había trazado un plan de vida terrenal, estudiaría
lo mismo que mi abuelo Herminio, para poder así tener lo único que me llamaba
la atención en ese momento, viajar por el mundo y la carrera de ingeniería y un
trabajo en la industria energética serian el puente para lograr ese objetivo,
mientras que el tenia objetivos más complejos, él quería ser estrella de rock.
Analizando en retrospectiva, en ambos casos eran nuestros sueños los sueños de
muchos adolescentes, yo quería un buen trabajo, que me retribuyera un buen
salario y así poder viajar y tener una vida reconfortante, de algún modo u otro
ese es el objetivo de la gran mayoría, tal vez del 97% de la gente restante,
mientras que mi amigo quería hacer su música y pertenecer a ese selecto 3% de
la gente que hace lo que quiere. Irónicamente creo que, aunque sean los deseos
conscientes o subconscientes de casi todos los adolescentes, son pocos los que
logran tener un buen trabajo, viajar y vivir bien (al menos en México) y son aún
menos los que logran la fama. Escuchaba hablar a mi amigo sobre sus aspiraciones
a estrella de Rock y una parte de mi quería creer en él y acompañarlo en la búsqueda
de los verdaderos anhelos personales, pero otra parte me forzaba a buscar los
planes mundanos que ya había bosquejado.
Él se cambió de escuela y lo comencé
a ver cada vez menos, terminé la preparatoria y fui a la universidad lo que
provoco que cada vez fuese más difícil encontrarnos, pero cuando nos encontrábamos,
realmente a ambos nos daba gusto platicar. Mis planes de vida parecían ir
tomando forma mientras que los de él parecían estar a la vuelta de la esquina,
pero al mismo tiempo parecía que esa esquina estaba aún lejos. Habíamos
sembrado una buena amistad, por eso nos daba gusto que nuestros caminos se
encontraran, aunque fuese de manera esporádica, pues nos servían para ponernos
al tanto de nuestras vidas de cuando en cuando y continuar cada quien por los
caminos distintos que habíamos tomado. Comenzaba a pensar erróneamente que a mí
me estaba yendo mejor y tenía el deseo de que a él le fuese igual que a mí,
pensaba erróneamente que las cosas materiales que yo tenía valían más que la búsqueda
de sus sueños que él había emprendido hace mucho, búsqueda que parecía no tener
fin.
Un buen día pasados muchos años más,
regrese por un considerable tiempo a mi pueblo, busque a los pocos amigos que
aún me quedaban, se acercaba mi cumpleaños 32 y quería auto celebrarme a lo
grande, así que organice una pequeña reunión con mis dos hermanos y mis dos únicos
amigos de la adolescencia incluyendo al de los sueños rockeros por supuesto,
ambos aceptaron la invitación con entusiasmo, fue la mejor fiesta de toda mi
vida, al calor de unos tragos la conversación fue agradable de principio a fin,
nunca había disfrutado tanto la compañía de mis amigos y hermanos como aquella
noche, en determinado momento mi amigo pidió autorización para poner las
canciones que había compuesto y que al parecer finalmente había grabado…
…Fue una gran noche.
Posteriormente me invito a una de
sus tocadas, y en medio de la fiesta, de la multitud, del ruido ensordecedor me
detuve a analizar la imagen que tenía ante mis ojos, allí estaba Toño, completo
dominador del escenario, tocando la guitarra y cantando junto con su banda de
rock, con su cabello largo aun, no sé si era como él lo soñaba, pero aquella
postal se parecía mucho a lo que él me platicaba quince años atrás, cuando me
explicaba lo que él quería en la vida. Me sentí feliz por él y no pude evitar
ser condescendiente conmigo mismo, él había tenido el valor de luchar por
buscar sus sueños por inalcanzables que estos parecieran, mientras yo me había
conformado con planes terrenales, pero me reconfortaba también darme cuenta de
que sin importar si algún día alcanzaremos nuestros objetivos, ambos estamos buscándolos
y en eso también hay mérito y satisfacción y por qué no decirlo, felicidad.
Tengo una forma de ser un poco difícil,
selecciono muy bien a mis amigos y me siento orgulloso de contar con la amistad
de Antonio Alejo, a quien aprecio como amigo y admiro como persona, su valor y determinación
para ir en busca de los sueños me hacen pensar que él sin duda pertenece a ese
pequeño porcentaje de gente que hace en la vida lo que realmente quiere y eso
para mí, es digno de admiración. Tal vez no sea un Thom Yorke o un
Damon Alban, tal vez no alcance fama mundial, pero Vincent Van Gogh murió en el
anonimato, lo que es cierto es que de algún modo u otro con su música está
dejando vestigios de su paso por esta vida.
Sarahel.
Para quienes quieran escuchar su
música no duden es darle click en el siguiente link, escuchen su música, escríbanle
sus comentarios y si le interesa contratarlos para una tocada estoy seguro que están
dispuestos a ir a cualquier parte del mundo.
Comentarios
Publicar un comentario